Alejandra no es bonita, es fea, si tal cual, ya es mayor al igual que yo, no sé su edad para la próxima se la pregunto, somos amigos de años, ella se la jugó por mi, ella se me acercó a hablarme por primera vez.
Fue extraño me pilló sentado en la plaza de Concepción solo, ella me observó por varios minutos me confesó, quizá pensando que yo esperaba a alguien pero no, solo estaba allí descansando tomando el sol de otoño, se acercó con una mentira piadosa, ella esperaba a alguien según lo que me dijo, pasado el tiempo comenzamos a conversar, de la vida, de los días, sin tener que hacer nada nos fuimos a caminar, terminamos en el mall plaza del trébol, regresamos tarde a la casa con regalos, fue loco casi todo el día con ella, no tenía nada más que hacer ese día quizás ella me salvó no se ve que.
Una parte de mí estaba contento pero otra estaba con un sabor amargo ya que ella no era linda físicamente, pensaba por qué no se me había acercado la chica que me gustaba o otra desconocida pero linda así nació la amistad donde yo no la deseaba y quizás ella sí.
En todo caso yo no me considero un adonis mi ego siempre ha sido bajo, quizás uno de mis mejores atributos es mi altura pero más allá de eso me considero una persona normal no sabes algo en belleza al resto.
La amistad avanza hasta el punto de estar en su casa viviendo un trago ella era barman en un café luego de un par de copas estábamos sentados en un mismo sofá, hablando de cerca terminamos besándonos y no lo voy a mentir besaba muy bien sus manos entraron bajo mi polera acariciando mi torso a mi abdomen, y ya se dejaba tocar también bajo su blusa, acariciaba sus suaves tetas, ella osadamente acariciaba mi miembro sobre mi pantalón pero no iba más allá, nunca fuimos más allá, quizá era por que su madre dormía a metros de nosotros a pesar de la puerta cerrada ella podía aparecer en cualquier minuto.
Con la luz apagada me era muy excitante aquella situación, la repetimos varias veces pero siempre era lo mismo besos y caricias furtivas, la única visita que hizo a a la casa de mis padres fue una tarde de verano no puedo recordar cómo pero nuevamente nos enredamos en unos besos y sería que estábamos en mi territorio tome su mano y dejé que acariciara mi miembro duro, su cara asombrada me impresionó, no sé si mi tamaño le llamó la atención pero solo se limitó a acariciarme a mover su mano arriba y abajo, le invité a que me besara me miró a los ojos y me dijo que no a pesar de mojarse los labios con su lengua no se atrevió a chuparme la verga, no lo obligué por supuesto no soy de esos, me limité a cubrirme cuando ya la pasión comenzó a bajar.
Aquella vez fue la última vez que estuvimos tan cerca luego confeso que en aquel tiempo ella tenía pareja que se moría de ganas de besarme y tragarse toda mi verga pero el pensamiento en su pareja la contuvo.
Luego de aquello pasó el tiempo yo me fui y volvimos a estar en contacto Gracias a Facebook en Instagram hablamos siempre a veces cosas muy sexuales nos mandamos fotos de sus tetas, de mi verga, me amenaza que se la comerá toda y yo le desafío a encontrarnos algún día donde ella diga, sí a pesar de que es fea me calienta y las ganas de poseerla y quiero que sepa de lo que soy capaz, pronto van llegar a las vacaciones nuevamente le voy a hablar, la voy a tentar a ver si se atreve esta vez a gozar y no me importa si es fea estoy seguro que voy a pasar susto.
Les prometo contar cualquier novedad.
