Cantaba el pidén
Un ramo de albahacas llevaba a mi niña,
mi encanto, mi bien;
la tarde caía, balaba el ganado,
cantaba el pidén.
Allá, junto al rancho, la ropa tendida
cimbraba el cordel,
y los maceteros de su ventanita,
moviendo sus flores, decíanme: ¡Ven!
Crucé por la huerta cantando un requiebro,
llegué hasta el dintel:
no estaba, como antes, abierto el postigo,
ni oí de sus labios el dulce: «¿Quién es?»
Golpeé; respondieron; abrióse la puerta,
y un pálido rostro angustiado miré:
su madre me echaba los brazos al cuello,
y oí que decía llorando: -¡Se fue
con otro!...
-¿Con otro?... ¿Con quién?
-Ya sabes, con él...
Sentí que se me iba la vida del cuerpo,
sentí que la tierra faltaba a mis pies,
y huí de la casa, llevando en el pecho
clavado un cuchillo sangriento y cruel.
Allá, junto al rancho, la ropa tendida
cimbraba el cordel,
y los maceteros de su ventanita,
moviendo sus flores, no decían: ¡Ven!,
porque en la tristeza del atardecer
todas esas cosas decían: ¡Se fue!
Decía la tarde, balaba el ganado,
cantaba el pidén...
Un ramo de albahacas llevaba a mi niña,
mi encanto, mi bien;
la tarde caía, balaba el ganado,
cantaba el pidén.
Allá, junto al rancho, la ropa tendida
cimbraba el cordel,
y los maceteros de su ventanita,
moviendo sus flores, decíanme: ¡Ven!
Crucé por la huerta cantando un requiebro,
llegué hasta el dintel:
no estaba, como antes, abierto el postigo,
ni oí de sus labios el dulce: «¿Quién es?»
Golpeé; respondieron; abrióse la puerta,
y un pálido rostro angustiado miré:
su madre me echaba los brazos al cuello,
y oí que decía llorando: -¡Se fue
con otro!...
-¿Con otro?... ¿Con quién?
-Ya sabes, con él...
Sentí que se me iba la vida del cuerpo,
sentí que la tierra faltaba a mis pies,
y huí de la casa, llevando en el pecho
clavado un cuchillo sangriento y cruel.
Allá, junto al rancho, la ropa tendida
cimbraba el cordel,
y los maceteros de su ventanita,
moviendo sus flores, no decían: ¡Ven!,
porque en la tristeza del atardecer
todas esas cosas decían: ¡Se fue!
Decía la tarde, balaba el ganado,
cantaba el pidén...
Carlos Acuña (chileno, 1886- 1963)
Me despido de este blog que me dio mucho por tres años y algo más, quiero hacer algo nuevo distinto talvez, pero me voy a tomar un tiempo, con pena sin duda me retiro, me hubiese gustado terminar de otra manera, no quiero nombrar a nadie, solo agradecer a los que me leen y me han leído, las buenas y malas vibras, el silencio de muchos igual, diculpándome por irme así nada más, solo decir que hay personajes que confunden el alma y el corazón, quise jugar a algo que no estaba preparado o bien no sabia jugarlo, influyo en mi libertad de escribir aquí y eso desencadeno el desencanto de seguir escribiendo, ya desde un tiempo, a los que leo no se preocupen los seguiré visitando y dejando saludos y comentarios, pero ya acá no puedo seguir...
Buenos Días, Buenas Tardes y Buenas Noches.
Me despido de este blog que me dio mucho por tres años y algo más, quiero hacer algo nuevo distinto talvez, pero me voy a tomar un tiempo, con pena sin duda me retiro, me hubiese gustado terminar de otra manera, no quiero nombrar a nadie, solo agradecer a los que me leen y me han leído, las buenas y malas vibras, el silencio de muchos igual, diculpándome por irme así nada más, solo decir que hay personajes que confunden el alma y el corazón, quise jugar a algo que no estaba preparado o bien no sabia jugarlo, influyo en mi libertad de escribir aquí y eso desencadeno el desencanto de seguir escribiendo, ya desde un tiempo, a los que leo no se preocupen los seguiré visitando y dejando saludos y comentarios, pero ya acá no puedo seguir...
Buenos Días, Buenas Tardes y Buenas Noches.
Ayer vi tu despedida y quedé muda. Un abrazo amigo, sólo desearte que estés bien y que logres curar tus heridas. Me imagino que tienes buenas razones para dejar suspendido este espacio y que eso es lo mejor para ti por ahora. Voy a extrañar tus relatos, pero más te voy a extrañar a ti, en estos espacios se logra establecer una relación bien especial y siento que las buenas vibras superan con creces a las malas. Me haría muy feliz saber que estás bien.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Entonces, desde donde decidas volver, nos mantienes informadas.
ResponderEliminarCariños para ti.
mar
u.u voy a extrañar leer tus historias me encantaban, aunque nunca comente nada
ResponderEliminarPucha ohhhhhhhhh!!!!
ResponderEliminarSuerte en lo nuevo que emprendas. No dejes de avisar si vuelves a escribir.
Cariños
Sandra