Ardiendo....

 

No lo puedo evitar, tu recuerdo me despierta ese deseo que me quema, que hacer hervir mi sangre por más fría que esté mi cama...

Aunque no lo creas a pesar de haber estado contigo apagando ese fuego tan solo hace unas horas...vuelve a brotar y me desespera...

Cierro los ojos y caen sobre mi tus caricias, tus besos, tu aliento, tu aroma que enciende aún más toda mi piel...ni siquiera el recuerdo de tu humedad lo detiene...

Mi mano se transforma en tu boca, en tu sexo, cálido y apretado, es aquí cuando son mis manos, mi boca, mi cuerpo y mi sexo los que caen sobre ti...

El deseo por tenerte nuevamente a mi lado es insoportable como adelantar el tiempo para volver a estar en ti, sin más que sintiendo el calor de tu cuerpo...

El calor me sofoca, mi mano se derrite, ese fuego que consume mi cuerpo quema cada hormona, cada célula por ti...el deseo se consume pero no se extingue...

La calma vuelve a mi, solo pienso en ti, en tus ojos y sonrisa complaciente, en poder decirte que me ayudes a apagar este fuego pero sé que será peor el remedio...

Te deseo eternamente aunque no estés a mi lado y solo me quede el recuerdo de tu cálido cuerpo, pero mientras pueda volver a ti...ese fuego se reaviva en cada encuentro.