Vendas...



Nunca había probado eso de vendarse los ojos a la hora de estar con alguien...lo leí muchas veces por aquí por allá, pensaba falsamente que era algo casi de novela cursi y de fantasía romántica de muchas mujeres, entre risas acepte, risas irónicas no pensé que sería tan espectacular la experiencia.

Entre unas copas surgió la idea, fuiste a tu cuarto a buscar un pañuelo de esos que te amarras al cuello que te quedan tan bien, lo dejaste a mano mientras continuaba la risa  y el buen momento...la casa estaba cálida apesar del frío allá afuera rondando los cero grados...la alfombra peluda y los dos sofás de 3 cuerpos para regodearse...tu en uno y yo en el otro, las imagenes en mi mente de lo que podría suceder allí...volaban y corrían como el viento allá afuera.

Apague unas luces y solo quedo una...perfecto, luego fui al cuarto a ponerme cómodo, regrese con mi pijama...de invierno jaja, no muy sexy pero bien cómodo tu ya lucias igual tu pijama de invierno así que estábamos a mano, me senté a tu lado y mis manos se posaron en tu pierna...me mirabas como totalmente entregada a tu verdugo..me diste la espalda sacaste tu pelo de tu espalda y me pediste un masaje, sin ser un experto hice lo mejor posible, bajando lo más posible para subir hasta tu cuello..así mismo te dejaste caer para atrás sobre mis piernas y nos besamos...tremendo beso..de aquellos.

Te pusiste de pie y quisiste que fuera o el primero en que me vendaras los ojos y lo hiciste...me empujaste y mi espalda quedo pegado al respaldo del sofá, con la cabeza echada para atrás y totalmente relajado...cerré los ojos y solo escuchaba pequeños ruidos, la música (Adele), cuando te sentí muy cerca a mi pero sin tocarme...luego soplaste en mi cuello que me hizo cosquillas, por mi cuerpo bajaron esas cosquillas hasta mis piernas, luego tus manos desabrocharon la camisa de mi pijama y ahora ese soplido recorrió mi pecho hasta más abajo de mi ombligo...subiste nuevamente y besaste mis labios primero el superior tiernamente y luego el inferior que pareció que me lo sacarías por un momento...luego fue tu lengua que acaricio cada uno de ellos y buscaste mi lengua y te la entregué...bajaste besando y lamiendo mi cuello luego mis tetillas, que me hiciste nuevamente cosquillas, tus manos jugaban en mis piernas...no sentí tu pelo por lo que asumí que lo habías tomado con algo, no me dejaste tocar, me hiciste levantar mi trasero del asiento y quitaste mis pantalones...mi erección en ese minuto era a medio estar...te arrodillaste entre mis piernas y tus manos...fueron las reinas...basto que solo lo tomaras entre tus manos y mi erección se completo, lo tomaste delicadamente casi rozando, bajabas por mis piernas...para subir por la cara interna de mis muslos...besaste mi bajo vientre, y bajaste por cada pierna  a la vez, luego con tus dedos tomaste la piel de mi escroto y sacaste a mis bolas de entre mis piernas y los dejaste sobre mis piernas, tus caricias suaves allí que son ricas, casi una tortura para soportarlas....sentí tus labios allí....luego en la base de mi miembro, que se movía casi por voluntad propia...yo apretaba mis músculos de allí y lo hacia ir para allá y para acá buscando tu boca....sin tomarlo..(cosa que me encanta cuando lo haces sin las manos) continuaste besándolo subiendo centímetro a centímetro, hasta que llegaste al borde de la cabeza...allí sentí ahora tu lengua que volvía a subir desde la base y se detenía allí...que maldad...estaba por gritarte que lo tragaras...no sé como pero me pareció que mordías mi piel y tirabas de ella para dejar al descubierto mi punto más débil...luego de eso recién tu lengua fue la que inicio las caricias en mi glande...luego tu boca hasta que lo cubriste totalmente con ella, hacías maravillas, dejé mi cabeza nuevamente descansando en el respaldo del sofá...y me concentré y dispuse solamente a disfrutar, me puse a imaginar que eran otras las que me hacían lo que hacías tu...apretaba mis labios y mis manos se aferraban a los cojines...me dejaste libre...justo a tiempo, quizá mis gemidos me delataron...y lo duro de mi miembro....

Me pediste que me acostara a lo largo...mi cabeza bien apoyada...tus manos me recorrieron desde los pies hasta mi cara...dejaste que chupara tus dedos...y que me relajara...sentí movimientos a nivel de mi cabeza...inmediatamente sentí el inconfundible aroma de tu sexo exitado..."saca tu lengua" fue la orden...y en segundo tus labios vaginales se posaron en mi lengua que inmediatamente entro en acción...penetrando en ellos buscando más y más de tus fluidos...hacías movimientos cortitos con tu cadera con tal que mi lengua cubriera la totalidad de tu sexo...te quedabas quieta cuando mi lengua rozaba tu clítoris y trataba de atraparlo para concentrarme en el, pero era algo difícil...te quedaste allí largo rato disfrutabas y yo gozaba...por fin cumplía algo tan deseado...y tu te atrevías no sé como...pero lo hacías...mi erección se mantenía y no perdí nada de su potencia...luego te saliste de allí y me besaste los labios y pasaste tu mano para quitar algo de exceso de ´humedad de mi boca...no era difícil adivinar lo que vendría...me hiciste sentarme nuevamente con mis piernas bien abiertas...mis manos  a los lados...y sentí que te apoyabas en mis rodillas...en segundos mi miembro estaba completamente dentro de ti....dándome la espalda estabas entre mis piernas regalándome toda tu cola y tu sexo mojado... tu manito le dío la dirección y solo basto que te sentaras para lograr la penetración...ya que no podía ver ni disfrutar de la imagen me quede con la cabeza atrás pero mis manos no aguantaron y te tome de las caderas...dándole ayuda a tus embiones que subían y bajaban haciendome entrar y salir de ti...por momentos te quedabas abajo y yo te movía para los lados o bien arriba jugando solo con la puntita...mi muerte ya llegaba....ya no aguanto más....dije...yo tampoco..acaba conmigo fueron tus palabras...y me entregue...como cual condenado a la muerte...me puse firme apretando cada músculo de mi cuerpo...y el ruido del golpeteo de nuestros cuerpos...acompaño mi orgasmo y cada eyaculación dentro de ti....

Caíste sobre mi de espaldas..te abrace...acaricie tus pechos y tu sexo..que aún acariciaba el mio en tu interior...te deslizaste a mi lado y allí me quite la venda de mis ojos...

Ahora era tu turno....luego del merecido descanso mutuo...allí mis artes para torturarte quedarían plasmadas en ese sofá.

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