Desayuno

Una simple e inocente invitación a desayunar fue mi perdición..el frío calaba los huesos y la mañana recién comenzaba, cuando en el camino me encontré con ella, igual que yo entumida...de ella nació la idea de ir a tomar una tasa de café caliente a su casa que estaba a penas a dos cuadras, entramos y el aire tibio de su interior nos dio un respiro del frío exterior, su acogedora casa me recibía bien sentado allí al lado de la estufa que mejor mientras ella se afanaba por preparar el café y acercar algunas cosas para comer, mientras comíamos hablamos de nuestras parejas, de sus problemas graves y de los míos que no lo son tanto.

Miraba su forma de hablar, sus labios gruesos y bien pintados, su pelo que ahora era negro le sentaba muy bien, sus manos curiosamente no eran delicadas si no algo toscas, detalle que me gusta que sean delicadas y bien cuidadas, se ponía de pie continuamente para ver algo en la cocina y regresaba oportunidad que me daba de ver su trasero bien hecho y sus piernas delgadas lo hacían lucir grande pero apretadito...bueno quizá ayudado por el jeans que lucia puestos...y comencé a imaginar como te verías sin ellos, y como se verían tus tetas y como serán tus pezones no es importante pero es un detalle que me gusta que sea como me gusta, grandes con aureola y todo, luego al seguir contemplando tu rostro, trate de imaginarte dandome sexo oral con esos labios carnosos, tendrás buena técnica, lo harás?, lo haras con todo gusto o apenas lo tocaras e introduciras solo la cabeza en tu boca, y como te moverás sobre mi..? y bajo de mi?...y ese culo  como se verá a lo perrito?? me darán ganas de acabar con solo meterla así y ver como te mueves...gemirás o gritaras rico, dirás palabras obscenas o preferirás que yo las diga...? tantas preguntas e imágenes en mi cabeza y recién apenas comienzo  a besarte y acariciar todo tu cuerpo...

Gracias el desayuno fue exquisito...cuando quieras lo repetimos.