Domingo, me prepare para ir a almorzar con Claudia y fui puntual, llegue con algo para aportar al almuerzo, me invito a su patio a ver sus flores y lo hermosa que estaba su casa, obvie el tema principal al momento oportuno, me sirvió una copa de vino como aperitivo, la mire por un rato mientras preparaba las ensaladas, y mirándola bien realmente se veía hermosa, antes de dormir y al despertar fue en ella en la que pensé, al parecer mi corazón se estaba ya decidiendo por ella, si es que se podía decidir en cosas del amor.
Nos sentamos a la mesa y todo lucía muy sabroso, hablamos del trabajo, de la vida y llegados al postre y pregunte lo que me carcomía por dentro, ¿qué es lo que me insinuaste la noche del ernes? ¿qué pasa con Isabel...me engaña?, ven, vamos al living... me dijo ...se levanto, me tomo de la mano y me llevo a la sala, el sol entraba por la ventana iluminándolo todo, nos sentamos en el sofá y luego de suspirar largo y tendido me miro y me dijo..., creo que es delicado lo que te voy a contar, te acuerdas cuando fuimos al baile y luego nos quedamos en el depto. de Isabel, hasta ese día, Isabel y yo...eramos amantes, la cara casi se me cae de la impresión, apoye mi espalda en el respaldo del sofá y mis manos cayeron entre mis piernas...Qué!! exclame... si, eramos amantes, amantes claro por que yo estaba de novia, y por que te acostaste conmigo esa noche?, pregunte, no quiere decir que no me gusten los hombres me encantan, y tengo que reconocer que desde que entre a trabajar y conocerte tu eres uno de los más maravillosos hombres que e conocido, claro que antes conocí a Isabel y fuimos muy buenas amigas y una noche en su departamente se nos pasaron las copas y terminamos durmiendo juntas, desde ese día fuimos amantes nos veíamos cada vez que podíamos, pero cuando apareciste tu, las cosas cambiaron, peor aún cuando comenzaste a salir con Isabel ella no quiso nada más conmigo, lo de mi novio a todo esto es un mero accidente, esas noches que no yo me quedaba con Isabel y tu te ibas a tu casa o mejor dicho Isabel te echaba para que entre nosotros no naciera nada, obviamente que Isabel y yo estábamos juntas...nunca notaste nada?, me pregunto...
Nada...
Siento cosas muy lindas por ti Claudia que por Isabel aún no las siento, de ella no puedo decir nada pero veo que lo nuestro no va para ninguna parte es como solo sexo...y por momentos me hace sentir como vacío, peor aún ya que en su propia casa le e sido infiel, creo que lo más sano va a ser terminar con ella...y ver si alguna otra chica quiere estar conmigo...miré a Claudia...y sonriendo me abrazo y sin decir nada nos besamos por largo rato allí en ese cómodo sofá..vamos a mi pieza...fue su invitación...aquí nos pueden ver desde afuera...la seguí y entré a su cuarto, hermoso y ordenado, allí me lanzo sobre su cama quedando sobre mi sin soltar mi boca, mis manos recorrieron su espalda y su trasero hermoso, su polera voló rápido al suelo seguido de su sostén negro, sus pequeños pechos, lucían bellos, comparados con la opulencia de los de Isabel, pero no era hora de recordarla si no que de disfrutar con Claudia...
Continuará...
Estoy enganchadísimo a esa historia... quiero más.
ResponderEliminarAbrazos
Amigo te agradezco tu interés y te felicito por ser tan buen lector...espero no desencantar en la próxima tanda y quedan pocas por lo demás
EliminarEsta historia como dice Tloque engancha cielo, esperando con impaciencia
ResponderEliminarbesosss
Gracias linda...pronto tendrán la continuación aunque no e escrito nada al respecto...y aunque pienso que el final ya esta cerca aparecen en mi mente imágenes que podrían aún alargar esta historia...
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