Abrazos

21 AÑOS

 

 

El viaje fue rápido dos horas y media de mi lado casi cuatro horas para ella, ubiqué y reconocí perfectamente las calles las mismas por donde camine para aquella vez, la primera en que nos veíamos, década de los 90, ubique la plaza de armas y la recorrí sabía que yo legaba primero, busque un banco para sentarme, previamente pase a buscar a la oficina de turismo un mapa de la ciudad, así que con mapa en mano...siii nada de google maps, me senté a estudiarlo, paso el tiempo y los nervios me comenzaron a apremiar pero nunca tanto, además nunca pensé en buscar otro lugar quizá más oculto para no ser sorprendido por algún ojo indiscreto que me reconociera.

 

Finalmente entre la gente que cruzaba por el centro de la plaza la divise a la distancia, buscándome...es grato ese momento cuando te buscan y no te encuentran , vi que alcanzo su celular mientras caminaba hacia ella y me llamó le conteste de caballero pero ya estaba a dos pasos, bastó que escuchara mi voz para que girara y sus enormes ojos se abrieran bellos como la última vez que la ví, un abrazo eterno nos reencontró, un beso en la mejilla y miradas descubriendo nuestro estado después de 4 años de habernos visto por última vez.

 

 

Nos sentamos para ponernos al tanto del viaje y de nuestros días, conversamos e hicimos algo de tiempo antes de ir a almorzar al mercado de la ciudad, la conversación siempre fue fluida y alegre, no podíamos creer que estuviéramos juntos nuevamente, caminamos, almorzamos y decidimos salir a caminar a un pequeño monumento nacional, natural, con senderos, miradores y bella vista a la ciudad, la conversación nunca se detuvo, salvo uno que otro descanso que llega a ser grato esos silencios entre dos personas, silencios que no son incómodos.

 

No les voy a mentir que ganas no me faltaron de perdernos en el bosque y besar sus labios, acariciar su cuerpo y hacerla encender, pero era una cita de solo amigos, lo pasado en la cita anterior quedaba allí y volver a reproducirla era muy difícil, y la conversación se tornaba muy lejana de aquella cita, hablamos de nuestros amores, malos y buenos, más malos que buenos en todo caso, el paso de gente nos hacia callar y disfrutar de la vista la hora paso rápido, y el último bus de mi parte salía a las 21 horas...hasta allí podía durar la cita y ella alojar en alguna hostal de la ciudad, pero esa no era la idea...

 

Continuará...