Re-Encuentro

¿De verdad no te cansas? Le pregunté mientras una y otra vez se tragaba mi verga, apenas me miró de reojo estaba concentrada acostada entre mis piernas y no se cuánto llevaba en dicha tarea y no es que me estuviera quejando pero en la misma pose aburre un poquito lo hacía muy bien presión y succión adecuada sin causar dolor, pero ya era hora de cambiar me puse de pie sobre la cama afirmado en el respaldo la cama, me miró algo enojada y gateo dos pasos para volver a quedar con mi miembro en su boca.

No me canso!, Por fin respondía a mi pregunta, curioso pero de pie no podía con todo en su boca quizá se estaba cansando, o era el ángulo del mamón lo que le digicultaba la tarea, luego salte al lado de la cama la recosté con su cabeza en el borde de la cama y le acerqué mi pene, allí comencé a pensar en la posibilidad de que acabar en su boca era una opción, cuántas veces no le pregunté por Whatsapp si me iba a dejar hacerlo y en todas me dijo que si, así que no era hora volver de preguntar así que me deje llevar.

Ahora yo me senté en la cama y ella a gatas por la alfombra entre mis piernas me hacía cosquillas, ya había tenido dos orgasmos uno tercero esa tarde noche venía en camino, lamentablemente uno tiene la imagen del actor porno chorreando litros de semen y claro uno desearía eso pero nop! No es así el asunto aquel de la eyaculación menos luego de dos previos, pero como me conozco y sé que no es así no esperaba mucho de aquello y me dedique a disfrutar, sus manos jugaban en mis piernas, y de pronto las subió tan arriba que sus dedos estabam debajo de mis testículos buscando mi ano, claro en dichas charlas le comenté que me gusta dichas caricias me animé y alcance el lubricante y le aplique en los dedos y fue tan delicada me acaricio tan bien que junto a su boca me hizo sentir cosas por primera vez tan intensas.
Y la verdad no sé si fue el estímulo extra pero cuando llegó la hora de eyacular está fue tan poderosa que hasta yo quedé sorprendido, abrió la boca y me mostró mi leche y luego lo trago para volver a mostrarme su boca vacía.

Sonreímos y nos acomodamos en la cama a recuperar fuerzas la noche aún era jóven.





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