Re-Encuentro

La Maricel de hace 20 años era mucho más delgada a la actual, lo mismo pasaba conmigo, pero era algo obvio y por respeto mutuo nadie insinuó siquiera algo al respecto, lo estábamos pasando la raja y a mi a estás alturas de la vida esos detalles ya no eran importantes.

Salvo jiji que sus tetas ahora lucian más enormes, así que mis caricias mientras descansabamos se centraron en ellas , la palma de mis manos acariciaban levemente rozando sus pezones de areola pequeña pero pezón corto y grueso, se acostó de espalda como ofreciendolos a mis labios, mi lengua dura le daba golpecitos y luego mi lengua blanda los mojaba y terminaba dándole un gran chupetón metiendo parte de la teta en mi boca, ella emitía un gritito que terminaba en risas.
"Loco" me llamaba...¿Dónde aprendiste a chuparlo tan rico? Le pregunté sonriéndole y lamiendo su otro pezón, "sola con mi pareja" ¿Se nota que te gusta? "Me encanta me calienta mucho".
Me tomo con fuerza y me besó sus labios eran gruesos y me encantaban besaba muy rico, húmedo, su lengua enorme me llenaba la boca y yo intentaba meter la mía, al parecer ya había terminado el tiempo de descanso, el aroma de sexo en su boca llenaba mi nariz, mi mano busco entre sus piernas su sexo, allí estaba como lo esperaba todo mojado, mero uno dos dedos pensé que podría meter mi mano y no sería suficiente, ¿Lo sería mi miembro?, Mientras le mordía un pezón y mis dedos buscaban su clítoris soltaba gemidos que me ponían cada vez más candente. Era el turno de ella y así como estaba en sus pezones comencé a bajar a su sexo y como no note resistencia no como aquella primera vez, allí estaba entre sus piernas, abiertas y entregada completamente a mi, su clítoris estaba bien definido pequeño y durito loatrape en mi lengua sin soltar una de sus tetas con mi mano, mientras la otra estaba jugando con sus labios vaginales, metiendo uno o dos a la par con mi lengua en su clítoris, gemía y no paraba y cada vez más mojada, "metemelo, metemelo" exigió con voz entrecortada, así que me acomode entre sus piernas levantandolas levemente allí estaba mi amigo duro y firme lomoje con un poco de mi saliva y lentamente se lo metí todo...
Que rico le susurré en un oído mientras me abrazaba y trataba de agarrarme el culo, volví a sentir su sexo tan caliente como aquella vez, de verdad su temperatura era única pocas veces he sentido ese calor, levantava mis caderas y se lo sacaba por completo para volver a meterlo todo lo sentía igual muy mojado tuve que mirar pensé por un momento que estaba con su regla pero no brillaba de tan mojado.
"Déjame montarte" me sugirió, me acomode a su lado y de un giro se acomodo sobre mi, agarre sus tetas y se las volví a chupar, mientras comenzaba a moverse lentamente, "que rico" susurro ella está vez mirando al techo de la habitación del motel, "aguanta por favor" me dijo y yo tenía para rato lo podía sentir me acomode me puse firme levantando algo mis caderas para ofrecerle todo mi sexo y pudiera disfrutar y así lo hizo no dejo de moverse hasta que acabo y a los minutos lo hice yo sintiendo la humedad bajando por mis bolas mezcla de mi semen y sus fluidos.
Se recostó sobre mi con sus mejillas rojas besándome nuevamente, se acomodo a mi lado y reímos y descansamos de nuevo escuchando como la mujer en la pieza de al lado gemía de placer...

Continuará...



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