Señora Claudia

Claudia atendía una pequeña librería en la ciudad muy cerca de mi trabajo tan cerca que en un segundo estaba allí, Claudia era mayor que yo, pero como pocos irradia juventud y vitalidad, será la forma de ver la vida, quitada de vicios.

No muy alta aún así siempre me llamaron la atención sus piernas a pesar que siempre la vi con jeans u otros pantalones se veían bien musculosas, siempre risueña y con una lindas palabras de saludo me recibía muy bien, separada y sin hijos era bien triste su vida después de todo, aunque esto es lo que uno persive luego de varias charlas y aún así puedo estar totalmente equivocado.

Con el tiempo y la confianza fue ella quien comenzó a visitar aveces solo era una visita de cortesía y otras me pedía ayuda con su computadora y allá partía yo a darle una manito fue aquí donde uno nota cosas, aveces solo era un cable mal enchufado la excusa perfecta para ir a solicitar mi auxilio, y ya estando allí se apegaba tanto a mi que por momentos me incomodaba, pero yo no decía nada, una vez incluso se apoyo en mi caso todo su cuerpo sobre mi y no dije nada.

Con el tiempo comenzó a hablarme por WhatsApp, me hablaba que vivía sola con su perrita y nadie más, que caminaba mucho allí le dije "por eso las piernas tan lindas", hay se soltó con mensajes de audio, había Sido deportista le encantaba el atletismo con razón.

Tanto me habló de su casa que varias veces le dije cuando me vas a invitar en algunos mensajes olvidados por allí, cuando tú quieras siempre era su repuesta, hasta que el día o tarde se le cobro la palabra.
Fue un sábado por la tarde, luego de mostrarme su casa tomamos once y hablamos bueno ella más que yo es de esas personas que no dejan hablar mucho incómodo por qué no te dejan hablar, luego pasamos a su living fue a su pequeño bar y regreso con dos copas con un licor "enguindado" guindas en agua ardiente, muy fuerte pero realmente rico y me fui por lo dulce yo el mejor para tomar ja, no terminaba la segunda y ya estaba bien mareado, no me di cuenta cuando estaba sentada a mi lado, y solo fue un silencio y un par de miradas y me besó tan apasionadamente que terminó sentada sobre mis piernas a horcajadas hasta en el fulgor del beso sentí como se frotó a mi sexo que me van a perdonar aún no despertaba (maldito alcohol).

Continuará...




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